¡Viva Chile, mierda!
La instalación «¡Viva Chile, mierda!», comisariada por Juan José Santos y realizada en específico para la Galería Metropolitana, se inscribe en la línea «geometría social», creada y desarrollada por PSJM, a través de la cual se generan composiciones geométricas que obedecen a datos estadísticos o recuentos matemáticos. En su cara frontal, el muro de 3 x 3 metros muestra el porcentaje de la votación en el parlamento pleno que ratificó a Salvador Allende como presidente de la República el 24 de octubre de 1970. La votación otorgó el apoyo de un 81,38 % de los parlamentarios a Allende. Al finalizar el recuento el secretario de la cámara, Pelagio Figueroa, anunció por el micrófono: Salvador Allende, 153 votos; Jorge Alessandri, 35 votos; en blanco, 7 votos. A este anuncio respondió con un grito el diputado socialista Mario Palestro:
«¡Viva Chile, mierda!».
¡Viva Chile, Mierda!, 2014. Instalación en la Galería Metropolitana, Santiago de Chile.
Sin embargo, aunque pudiera parecer que la gran mayoría de la cámara pertenecía a la coalición de izquierdas Unidad Popular, el resultado de los comicios había presentado un paisaje de porcentajes bien diferente. Esta es la realidad que muestra la pintura que se esconde en la cara posterior del muro. La Unidad Popular consiguió tan sólo un 36,63% de los votos, frente al 35,29% del Partido Nacional del derechista Jorge Alessandri. La Democracia Cristiana obtuvo el apoyo del 28,08% de los chilenos que votaron. El candidato de los democristianos, Radomiro Tomic, que escoró su partido de centro hacia la izquierda, ya se había planteado en su momento una alianza electoral con la UP, que no llegó a materializarse. No obstante, la cercanía con la UP se tradujo en un pacto secreto, según el cual se reconocería la victoria si uno sacaba una mayoría relativa superando por 5 mil votos al otro. A Alessandri en cambio sólo le reconocerían la victoria si su margen superaba los 100 mil votos. El papel que jugaría la Democracia Cristiana en los años posteriores, volviendo a sus posiciones conservadoras, tendrá una vez más una importancia capital en los tristes acontecimientos de sobra conocidos. El proyecto «¡Viva Chile, mierda!» quiere llamar la atención sobre esos días convulsos que agitaron las conciencias de, no solo de los chilenos, sino de todo el globo, convirtiendo la figura de Allende en un símbolo universal de la lucha por la igualdad y la justicia social.