«La calle en casa» es una serie abierta donde se aplica un proceso de descontextualización de ciertos elementos urbanos para llevarlos al interior del espacio protegido del arte primero y al hogar burgués después. Se trata de comercializar el underground, de rediseñar la protesta y ofrecerla como un objeto estético decorativo, simulando el mecanismo que emplea el sistema para asimilar su contracultura y convertirla en un producto más, bajo la coartada de la pluralidad.
PSJM
“Otro ejemplo también muy característico de su modo de proceder es la serie de intervenciones titulada “La calle en casa”, en la que la marca pone a disposición del consumidor, como objeto estético de diseño, los productos de la mera protesta callejera, los graffitis o las pintadas. En este caso la ironía es doble, al ofrecer industrialmente producido lo que no es más que reacción puramente manual y compulsiva de rechazo, y al introducir como objeto de consumo lo que se supone que se enfrenta al consumismo”.
Miguel Cereceda