«Formas para un mundo perfecto», obras ideadas como si se trataran de objetos estéticos realizados en un mundo imaginario, una vez que, tras un levantamiento global, ya se hubiera alcanzado la utopía. De este modo, cuando ya no queda nada que criticar, los creadores podrían abandonarse a la mera creación de formas bellas. PSJM presenta tres relieves de corte constructivista producidos con materiales nobles, como la madera de caoba o el bronce y el acero inoxidable. Estas esculturas de pared se acompañan de páginas de un diario ficticio en el que se narran las motivaciones y procesos creativos que conducen a gestar estas bellas formas. Una vez más, en la obra de PSJM confluyen diferentes disciplinas: literatura, escultura, diseño y reflexión filosófica.